El Canciller Federal de Austria, Sebastian Kurz, ha hecho declaraciones desafortunadas a un periódico griego con respecto a los solicitantes de asilo justo después del Día Mundial del Refugiado. Este país, que ha cerrado sus fronteras a los solicitantes de asilo desde el principio e incluso ha sugerido que se construya un muro en las fronteras, actúa en contra de los valores comunes de la UE y de la humanidad, de las principales convenciones de derechos humanos y de la Convención de Ginebra de 1951.

Todos los Estados miembros de la UE y de la Agencia FRONTEX, en la que también participan los austríacos, están obligados a aplicar los acuerdos mencionados y la legislación de la UE, a proporcionar protección a los solicitantes de asilo quienes llegan a sus fronteras, y a abstenerse de rechazos y tratos inhumanos hacia ellos.

De hecho, la posición de Austria sobre los solicitantes de asilo no difiere en absoluto de la postura de Grecia, cuyo trato inhumano hacia los solicitantes de asilo en nuestras fronteras está grabado en la memoria.

Aconsejamos al Canciller Federal de Austria que lea atentamente la declaración con fecha del 19 de junio de 2020 de la Comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Mijatović.

“Proteger los derechos humanos y la dignidad de los refugiados no es una opción, sino una obligación moral y legal que todos los estados miembros deben respetar.”