Mientras nos preparamos para celebrar el mes sagrado del Ramadán, estamos profundamente preocupados por el aumento de la tensión en Jerusalén y Cisjordania.

Condenamos la adopción de la enmienda de la Ley de Retirada de 2005, que prevé la retirada de Israel de la Franja de Gaza y la evacuación de algunos asentamientos ilegales en Cisjordania, para anular las disposiciones sobre la evacuación de los asentamientos de Homesh, Ganim, Kadim y Sa-Nur. También rechazamos las acusaciones infundadas, irresponsables y provocativas afirmadas por algunos miembros del Gabinete israelí contra el Estado y el pueblo de Palestina, que no cumplen en modo alguno con las realidades políticas, históricas o actuales.

Llamamos a todas las partes que apliquen inmediatamente todos los puntos acordados en Sharm El Sheij el 19 de marzo, en particular el respeto del estatus histórico de Jerusalén y de los lugares sagrados, y que actúen con moderación y sentido común para garantizar que se celebra pacíficamente el mes de Ramadán que coincide con la Pascua judía.