Rechazamos en los términos más enérgicos las declaraciones de los ministros y políticos israelíes sobre la anexión de Cisjordania.

Tales declaraciones son un claro indicio de las políticas de asentamientos de Israel, que violan el derecho internacional, y de sus esfuerzos por hacer permanente la ocupación.

Estos llamamientos irresponsables para la anexión, especialmente en un periodo de iniciativas de alto el fuego en curso, ignoran los principios de una solución justa y duradera adoptados por la comunidad internacional desde hace muchos años.

Es evidente que las intervenciones sistemáticas en los territorios palestinos y las prácticas encaminadas a desplazar al pueblo palestino agravan aún más la fragilidad de la región.

Enfatizamos una vez más en que, para el establecimiento de una paz duradera, la confianza mutua y la estabilidad en Oriente Próximo, deben reconocerse los derechos legítimos del pueblo palestino y establecerse un Estado palestino independiente con la capital de Jerusalén Este.